Las enfermedades degenerativas y distróficas de la columna son una especie de pago humano por caminar erguido. Se sabe que otros mamíferos no padecen osteocondrosis porque su columna vertebral está horizontal a la superficie de la tierra. Las cargas verticales al caminar conducen a la destrucción gradual del tejido cartilaginoso de los discos intervertebrales y contribuyen al desplazamiento de las vértebras a una posición peligrosa.
En el área del pecho, estos procesos ocurren con menos frecuencia que en el sacro y el cuello uterino, pero esto no reduce el riesgo de esta enfermedad. Este artículo analiza en detalle los problemas de los síntomas y el tratamiento de la osteocondrosis de la región del tórax, así como preguntas sobre cómo prevenir esta enfermedad.
Características de la osteocondrosis torácica
La columna torácica se caracteriza por una movilidad deficiente, lo que reduce la probabilidad de procesos degenerativos en esta área. Sin embargo, los casos de esta enfermedad son registrados regularmente por ortopedistas y traumatólogos en representantes de diferentes grupos de edad.
Durante las últimas décadas, la incidencia de osteocondrosis ha aumentado de manera constante en los países civilizados. Los médicos creen que las principales razones de esta tendencia son un estilo de vida inactivo, una dieta deficiente y el entorno ambiental general del planeta.
Las mujeres tienen entre 2 y 3 veces más probabilidades de sufrir osteocondrosis torácica que los hombres. Esto se debe a las características específicas de la anatomía y fisiología femenina. Otros factores que influyen son: parto, caminar con tacones, debilidad general del aparato músculo-ligamento en la mujer.
En ambos sexos, la osteocondrosis de la región del pecho causa síntomas dolorosos y reduce el rango de movimiento. La progresión de la patología está plagada de compresión de las terminaciones nerviosas, lo que inevitablemente afecta el estado de los órganos internos. Los casos más avanzados de la enfermedad suelen ir acompañados de trastornos en el funcionamiento de los vasos sanguíneos y del corazón, así como de dificultad para respirar.
Anatómicamente hablando, 12 vértebras torácicas están conectadas a las costillas y al esternón para formar una estructura fuerte e inactiva que protege los órganos internos del estrés mecánico. En las etapas iniciales, la enfermedad casi no causa síntomas graves, pero en las etapas posteriores las manifestaciones de la patología son tan diversas que en ocasiones impide un diagnóstico certero. No es de extrañar que la osteocondrosis a menudo se denomine "enfermedad del camaleón".
Las causas más comunes de osteocondrosis de la cavidad torácica son traumatismos, debilidad del sistema muscular, inactividad física, trastornos metabólicos, estrés excesivo en la espalda y predisposición genética. La enfermedad se desarrolla gradualmente, lo que, por un lado, permite iniciar el tratamiento de manera oportuna y detener los procesos degenerativos, por otro lado, previene la detección temprana de patologías.
Etapas de la enfermedad
Los médicos clasifican la osteocondrosis de la cavidad torácica según la etapa de desarrollo:
Etapa 1.Los discos intervertebrales pierden sus propiedades elásticas, disminuyen de tamaño, pero aún no se mueven de su posición anatómica.
Etapa 2.La altura de los discos intervertebrales continúa disminuyendo y la columna vertebral pierde su estabilidad. Se forman grietas en el espacio anular, los discos intervertebrales se desplazan y ejercen presión sobre las terminaciones nerviosas, los vasos sanguíneos y los músculos. La segunda etapa se caracteriza por dolor de espalda severo y síntomas neurológicos.
Etapa 3.Los procesos degenerativos pueden conducir al desarrollo de protuberancias y fracturas del anillo fibroso. En tales casos, se diagnostican hernias de disco. Los discos pierden sus propiedades amortiguadoras y ya no cumplen las funciones anatómicas correctas. Las propias vértebras sufren de un crecimiento óseo peligroso: se unen, colapsan y forman osteofitos.
Además de los tejidos duros, los músculos, ligamentos y tendones también se ven afectados. Los músculos están bloqueados, aparecen fenómenos convulsivos en ellos. El cuerpo intenta inmovilizar el área afectada tanto como sea posible para aliviar el dolor; esto conduce a una sobrecarga y atrofia muscular.
Síntomas de osteocondrosis mamaria
Como ya se mencionó, la osteocondrosis torácica se manifiesta débilmente o no se manifiesta en absoluto en la etapa inicial. A medida que avanza la patología, aparecen dolores periódicos entre los omóplatos: los síntomas se intensifican tras la actividad física o, por el contrario, tras un descanso prolongado. A menudo, el dolor molesta a los pacientes por la mañana después de que se despiertan y desaparece en una hora. A veces, el dolor se mueve a lo largo del nervio intercostal y se irradia al pecho cuando tose, estornuda o camina.
Caracteres típicos
En 2-3 etapas, el síntoma más indicativo de osteocondrosis de la región torácica es el dolor constante en la zona interescapular. El dolor en el pecho también es muy típico: las sensaciones se asemejan a un ataque de angina de pecho con enfermedad de las arterias coronarias o insuficiencia cardíaca.
La similitud de los síntomas con la enfermedad cardíaca es una causa bastante común de diagnóstico erróneo. Sin embargo, es bastante fácil distinguir el dolor de los procesos degenerativos en la columna vertebral de los síntomas cardíacos: la nitroglicerina y medicamentos similares que detienen los ataques de angina con osteocondrosis de ninguna manera alivian la condición del paciente.
Otros síntomas característicos de la osteocondrosis torácica:
- Rigidez de los músculos del tronco al respirar profundamente (dorsalgia) - como si el cuerpo estuviera siendo comprimido con un neumático;
- Dorsago: un dolor agudo en el pecho (llamado "lumbago torácico");
- sensación de piel de gallina y entumecimiento en las manos (en presencia de síndrome radicular);
- Dolor intercostal al caminar y durante la actividad física (neuralgia intercostal): cuando las terminaciones nerviosas están inflamadas, el dolor se vuelve constante;
- calambres en el pecho;
- Dolor al levantar los brazos, girar la parte superior del cuerpo y respirar.
Las etapas de la enfermedad afectan directamente la intensidad de los síntomas. Para los pacientes en el plan de terapia, es importante no deshacerse del dolor con medicamentos y métodos no convencionales (analgésicos, antiespasmódicos, varios ungüentos, compresas y almohadillas térmicas), sino visitar la clínica y averiguar la causa del dolor con un médico. El autotratamiento de la osteocondrosis rara vez es eficaz y, en algunos casos, incluso empeora la enfermedad.
Síntomas raros
La osteocondrosis de la zona del pecho a menudo se disfraza como otra patología que causa sus síntomas. Esto dificulta el diagnóstico y suele ser la causa de un tratamiento inadecuado.
Las manifestaciones atípicas de la enfermedad son muy diferentes:
- signos de isquemia, infarto de miocardio, infarto de miocardio (deben realizarse ECG u otras pruebas para el diagnóstico diferencial);
- Dolor que recuerda a las enfermedades mamarias en las mujeres: para excluir la presencia de neoplasias, debe ser examinada por un mamólogo.
- dolor que recuerda a gastritis, colitis, úlcera gástrica o intestinal, hepatitis: para excluir estas enfermedades, un gastroenterólogo prescribe un diagnóstico;
- Dolor en la cintura paroxística correspondiente a un cólico renal u otras enfermedades del sistema urinario.
También son posibles trastornos urinarios y del sistema reproductivo. Las mujeres tienen anorgasmia, períodos menstruales abundantes y dolorosos (menorragia) y, a veces, infertilidad. Los hombres sufren disfunción eréctil. Los médicos no siempre logran encontrar la causa real de estas patologías y, por lo tanto, el tratamiento de las enfermedades reproductivas no da una dinámica positiva.
A veces se observan picos de presión, dolor de muelas y dolor de cabeza, trastornos del sueño y tinnitus en la osteocondrosis en el área del pecho. Los trastornos psicoemocionales no están excluidos: irritabilidad, depresión, llanto, ansiedad.
Diagnóstico, terapia y prevención
Se realizan exámenes externos, palpaciones y pruebas de movimiento para identificar la enfermedad. Es importante informar al paciente en detalle sobre la duración de los síntomas, su naturaleza y las manifestaciones acompañantes de la enfermedad.
Se requieren los siguientes procedimientos:
- Radiografía de la columna;
- Resonancia magnética, tomografía computarizada y ecografía de la cavidad abdominal (si es necesario);
- análisis de sangre y orina;
- mielografía;
- ECG (para descartar enfermedad cardíaca).
Después del diagnóstico, se desarrollará un régimen de tratamiento. No existe un protocolo único para el tratamiento de la osteocondrosis: los procedimientos de bienestar dependen de la condición, la edad, la condición física y el estado del sistema inmunológico del paciente.
El objetivo principal del tratamiento es minimizar las consecuencias de los procesos degenerativos en el tejido del cartílago y prevenir el desarrollo de complicaciones. La terapia suele ser ambulatoria, excepto en situaciones clínicas particularmente graves. Por lo general, se practica una terapia conservadora.
Medicamentos
Los medicamentos se recetan solo para el síndrome de dolor severo y los procesos inflamatorios. Es preferible usar medicamentos en forma de ungüentos externos, con menos frecuencia se prescriben tabletas, inyecciones intramusculares o epidurales.
Los últimos tipos de medicamentos:
- analgésicos;
- medicamentos antiinflamatorios;
- relajantes musculares y anticonvulsivos;
- complejos vitamínicos;
- esteroides.
Los terapeutas experimentados nunca ofrecerán una terapia farmacológica pura. Una vez que el dolor y la inflamación han disminuido, se suspende el medicamento.
Fisioterapia, terapia de ejercicios, masajes
Estos métodos juegan un papel principal en el tratamiento de enfermedades degenerativas de la columna torácica. Estas técnicas eliminan el dolor, fortalecen los ligamentos y los músculos, restauran la circulación sanguínea y los procesos metabólicos y los estimulan.
Métodos fisioterapéuticos populares:
- magnetoterapia;
- electroforesis y fonoforesis;
- exposición láser;
- terapia con amplipulso;
- tratamiento con ultrasonido;
- aplicaciones de parafina;
- Cinta de Kinesio;
- terapia de barro;
- balneoterapia;
- hipotermia;
- Hirudoterapia, tratamiento con veneno de abeja.
La principal ventaja de la fisioterapia es su seguridad. Los procedimientos se pueden prescribir a cualquier edad con casi cualquier enfermedad concomitante. Un área separada de fisioterapia es la reflexología (acupuntura). El método es efectivo, pero requiere la presencia de un especialista profesional.
La fisioterapia es una etapa obligatoria en el tratamiento de la osteocondrosis torácica. La gimnasia fortalece el aparato muscular, restaura la posición anatómica normal de las estructuras vertebrales, reduce la presión sobre las terminaciones nerviosas y previene el desarrollo de protuberancias y hernias de los discos intervertebrales.
Los ejercicios complejos deben realizarse regularmente y durante un largo período de tiempo, solo en este caso logran un efecto terapéutico notable. Lo ideal es que las sesiones se realicen bajo la guía de un instructor, ya que cualquier movimiento incorrecto puede causar lesiones y dolor.
El masaje (efectos manuales y de hardware) tiene las mismas tareas terapéuticas que la terapia de ejercicios: reducción del dolor, mejora del flujo sanguíneo, fortalecimiento muscular. Además del impacto con las manos de un especialista, practican el uso de equipos de masaje, aplicadores y equipos ortopédicos.
Tratamiento radical
En casos excepcionales, se recurre a la osteocondrosis de la mama en las instalaciones médicas modernas, si existe el riesgo de pellizcar la médula espinal o protuberancias y hernias peligrosas. La cirugía de columna siempre es un riesgo adicional, por lo que las intervenciones rara vez se realizan y solo las realizan cirujanos experimentados.
Prevención
La prevención de enfermedades es mucho más fácil que la terapia a largo plazo (y en ocasiones la terapia de por vida). Desafortunadamente, la medicina moderna no puede revertir los procesos degenerativos, solo minimizar las consecuencias de la patología y eliminar los síntomas agudos.
Es por este motivo que la prevención de la osteocondrosis debe abordarse desde la infancia. El desarrollo de la enfermedad se ve obstaculizado por: postura correcta, dieta equilibrada, alternancia correcta de actividad física y descanso, dormir en una cama cómoda. El diagnóstico oportuno de la enfermedad y la estricta implementación de las recomendaciones del médico juegan un papel positivo.